Actualmente, las neuropatías periféricas son una afección con una incidencia destacable, ya que en Estados Unidos aproximadamente 20 millones de personas sufren alguno de sus más de 100 tipos diferentes, mientras que en España se estima que son casi medio millón de personas las que las presentan.
De esta forma, en Opinión Médica Online vamos a explorar las principales enfermedades que afectan el sistema nervioso periférico y cómo se clasifican, diagnostican y tratan.
¿Qué son las neuropatías periféricas?
El sistema nervioso periférico está compuesto por todos los nervios que conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo, incluyendo los músculos, la piel y los órganos internos. Cuando uno o más de estos nervios resultan dañados, se desarrolla una condición conocida como neuropatía periférica. Los síntomas de esta enfermedad suelen aparecer de manera gradual y empeoran con el tiempo, dependiendo del nervio afectado.
Síntomas comunes de las neuropatías periféricas
Los síntomas típicos de la neuropatía periférica incluyen dolor nervioso (neuralgia), debilidad muscular (paresia), parálisis (plejía), atrofia muscular, sensaciones anormales como hormigueo o ardor (disestesias) y sensibilidad exagerada al dolor (alodinia). Cuando los nervios autónomos periféricos se ven afectados, pueden provocar hipotensión ortostática (una caída repentina de la presión arterial al ponerse de pie), impotencia, disfunción gastrointestinal y genitourinaria, sudoración anormal y pérdida de cabello.
Clasificación de las neuropatías periféricas
Las neuropatías periféricas se clasifican en función del síndrome clínico, los hallazgos patológicos o la etiología subyacente.
Su causas pueden variar y abarcan, entre otras:
- Diabetes: Es la causa más común. Los niveles altos de azúcar en sangre durante mucho tiempo pueden dañar los nervios.
- Consumo excesivo de alcohol: Puede afectar los nervios.
- Medicamentos: Algunos medicamentos, como los quimioterapéuticos y los utilizados en el tratamiento del VIH, pueden causar neuropatía.
- Deficiencias nutricionales: Falta de vitamina B12 o ácido fólico.
- Toxinas y venenos: Exposición a insecticidas, solventes u otras sustancias tóxicas.
- Hereditarias: Causadas por mutaciones genéticas o supresiones de genes.
- Enfermedades autoinmunes: Algunos trastornos autoinmunes pueden afectar los nervios.
- Trauma físico: Lesiones o accidentes que afectan los nervios.
- Problemas vasculares y sanguíneos: Trastornos que afectan el flujo sanguíneo hacia los nervios.
- Infecciones: Algunas infecciones virales o bacterianas pueden dañar los nervios.
Otra forma de clasificar las neuropatías es según el número de nervios afectados:
- Mononeuropatía o radiculopatía: Lesión de un solo nervio o de una raíz nerviosa.
- Mononeuropatía múltiple: Compromiso focal de dos o más nervios.
- Polineuropatía: Afectación difusa de los nervios periféricos, comúnmente en manos y pies.
Tratamiento de las neuropatías periféricas
El tratamiento de las neuropatías periféricas empieza por abordar la causa médica subyacente, como la diabetes o las deficiencias nutricionales. En términos de manejo específico, se utilizan tratamientos tanto preventivos como paliativos, los cuales incluyen:
- Cuidado de las extremidades: Uso de zapatos o botas especiales y ayudas ortopédicas.
- Medicamentos: Para tratar los síntomas relacionados, como el dolor, se emplean desde antiepilépticos y antidepresivos hasta opioides.
Conclusiones
Las neuropatías periféricas representan un grupo diverso de trastornos que afectan el sistema nervioso periférico, con más de un centenar de tipos identificados hasta la fecha. Cada uno presenta síntomas y pronósticos específicos, lo que resalta la importancia de una evaluación y diagnóstico precisos.
La clasificación de estas neuropatías según el síndrome clínico, hallazgos patológicos o etiología permite una mejor comprensión y tratamiento de cada caso. El manejo efectivo de las neuropatías periféricas requiere abordar la causa subyacente y utilizar tratamientos preventivos y paliativos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
En resumen, el tratamiento integral y personalizado de las neuropatías periféricas es esencial para gestionar eficazmente estos trastornos y mejorar el bienestar de los pacientes afectados.
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