Obesidad: claves para prevenirla y combatirla

Reducir los problemas relacionados con la obesidad es crucial, dado que una de cada ocho personas del mundo es obesa y que el 43 % de los adultos tienen sobrepeso, según datos de la OMS (2022). De hecho, estas cifras están en constante aumento, y la obesidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud pública a nivel mundial.

Esta problemática no solo es una enfermedad crónica, sino que conlleva diversas consecuencias adversas para la salud física, emocional y social. Por ello, es esencial considerar varios puntos clave que pueden ayudar a mitigar estos problemas y prevenir sus efectos negativos.

¿Qué es la obesidad y cuáles son sus grados?

La obesidad se define como una condición multifactorial donde el exceso de tejido graso altera la composición corporal. Aunque hay un componente genético involucrado, el consumo excesivo de calorías y un estilo de vida sedentario son los principales impulsores de esta condición en la actualidad. Una combinación de factores que hace que la obesidad sea una enfermedad compleja que necesita de un abordaje integral.

Los grados de obesidad se determinan mediante el Índice de Masa Corporal (IMC), que relaciona peso y altura. Estos son:

  • Normal: IMC 18.5 – 24.9 Kg/m²
  • Sobrepeso: IMC 25 – 29.9 Kg/m²
  • Obesidad: IMC 30 – 34.9 Kg/m²
  • Obesidad severa: IMC 35 – 39.9 Kg/m²
  • Obesidad mórbida: IMC ≥ 40 Kg/m²

Consecuencias de la obesidad para la salud

El sobrepeso y la obesidad están asociados con un mayor riesgo de desarrollar una serie de enfermedades crónicas, así como problemas emocionales y sociales. Entre las principales consecuencias para la salud se encuentran:

Presión arterial alta

La hipertensión arterial, o presión arterial alta, ocurre debido a un aumento en la fuerza con la que la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos, lo cual puede ocasionar daños en el corazón y los vasos sanguíneos. La obesidad contribuye significativamente al desarrollo de esta condición.

Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es una enfermedad caracterizada por un aumento de la glucosa en la sangre. Se estima que 8 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o problemas de obesidad. El alto nivel de azúcar en la sangre durante largos periodos puede llevar a complicaciones graves como enfermedades del corazón, derrames cerebrales, enfermedades renales, problemas oculares y daño a los nervios.

Enfermedad cardíaca

La obesidad está estrechamente relacionada con daños al corazón, aumentando el riesgo de sufrir infarto al miocardio, insuficiencia cardíaca y angina de pecho. La acumulación de grasa en las arterias y la presión arterial elevada son factores que contribuyen a estos problemas.

Lesiones de huesos y músculos

La articulación lumbosacra, las caderas, las rodillas y los tobillos son las encargadas de soportar el peso corporal. En las personas con mayor peso, estas articulaciones superan su resistencia límite a las cargas de manera constante, lo cual puede llevar a lesiones. Además, la actividad física baja en personas obesas provoca una pérdida de masa muscular, originando hipotrofia muscular, baja resistencia y poca flexibilidad. Esto altera la biomecánica de la persona y aumenta el riesgo de lesiones.

Derrame cerebral

Los accidentes cerebrovasculares ocurren por una interrupción repentina en el suministro de sangre al cerebro, ya sea por una obstrucción o rotura de un vaso sanguíneo. Las personas obesas tienen un riesgo aumentado debido a la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos y la hipertensión.

Osteoartritis

El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir osteoartritis, ya que el mayor peso ejerce una presión adicional sobre las articulaciones y el cartílago, lo cual lleva a un mayor desgaste. La reducción de peso se asocia a una mejora de los síntomas relacionados con la artritis.

Cáncer

Existe un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer en personas con sobrepeso u obesidad. Estos incluyen cáncer de mama, colon, endometrio, esófago, riñón y páncreas, entre otros.

Problemas durante el embarazo

Las mujeres embarazadas con sobrepeso u obesidad tienen una mayor probabilidad de desarrollar diabetes gestacional, preeclampsia e hipertensión durante el embarazo. Asimismo, la obesidad aumenta las probabilidades de necesitar cesárea y de tener bebés con sobrepeso.

Depresión y discriminación

Muchas personas con sobrepeso y obesidad son objeto de burlas y discriminación en las escuelas y áreas de trabajo, lo que puede propiciar la depresión y otros problemas emocionales. La estigmatización social afecta la salud mental y la autoestima, exacerbando aún más la problemática de la obesidad.

Alimentación saludable para personas con problemas de obesidad

Los hábitos alimenticios tienen una influencia primordial en el peso corporal. Para mantener un peso saludable, es necesario consumir menos calorías de las que se gastan habitualmente. Todos los alimentos y bebidas que consumimos influyen en nuestro peso y salud, y pueden variar según la cultura, edad, metabolismo y preferencias personales.

Para promover un peso saludable, es fundamental adoptar una alimentación equilibrada que incluya verduras, frutas, granos integrales, lácteos bajos en grasa, y proteínas magras, mientras se limita el consumo de carbohidratos refinados y grasas saturadas.

Ejercicios para perder peso

Mantener una actividad física regular es esencial para la pérdida de peso y la salud general. Lo ideal es realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica de intensidad moderada a la semana, como caminar a paso rápido. Este tipo de ejercicio aumenta la respiración y los latidos del corazón sin agotar ni sobrecalentar el cuerpo, siendo una opción segura para la mayoría de las personas.

Sin embargo, es crucial que aquellas personas con condiciones médicas preexistentes, como enfermedades cardíacas, hipertensión o diabetes, consulten con su médico antes de comenzar cualquier programa de actividad física. El ejercicio adecuado no solo ayuda a perder peso, sino que también mejora la salud cardiovascular, la fuerza muscular y la flexibilidad, reduciendo el riesgo de lesiones y enfermedades relacionadas con la obesidad.

Tratar la obesidad desde un enfoque integral

En conclusión, la obesidad es un problema complejo y multifacético que requiere una combinación de cambios en la dieta, aumento de la actividad física y, en muchos casos, apoyo médico y psicológico. Adoptar un enfoque integral para abordar la obesidad puede llevar a mejoras significativas en la salud y la calidad de vida.

 

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