Hola. No se pueden prevenir las convulsiones febriles, ni con medidas físicas (paño de agua) ni con antitérmicos tipo paracetamol o ibuprofeno. Si su hijo tiene fiebre debe tratarlo igual que si no sufriese convulsiones febriles. Pueden producirse por infecciones banales de origen vírico, como un simple catarro o una gastroenteritis. Si su hijo sufre una convulsión febril debe colocarlo si puede de lado, lejos de objetos con los que pueda golpearse y hacerse daño y no introducir nada en su boca (salvo que tuviese previamente un objeto dentro y lo tenga que sacar). Debe acudir al médico si la convulsión se prolonga, si sólo mueve una parte del cuerpo (es decir, si no es generalizada) y si su niño se encuentra muy adormilado o no se recupera completamente tras la crisis. También se si repite en las primeras 24 horas o si asocia vómitos o dolor de cabeza intenso. Por lo general, no se pone tratamiento preventivo en este tipo de crisis, sólo en situaciones especiales.