¿Qué es la Colitis Ulcerosa y por qué se produce?

La Colitis Ulcerosa, junto con la Enfermedad de Crohn, se incluye dentro de las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII). De acuerdo con la Confederación de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU), 360 000 personas en España padecen alguna de ellas, de las cuales aproximadamente la mitad sufren Colitis Ulcerosa.

Un problema en crecimiento

Esta patología ha mostrado un crecimiento notable en las últimas décadas, con la incidencia de estas enfermedades inflamatorias multiplicándose por diez en los últimos veinticinco años. Hoy en día, se reportan alrededor de 2 000 nuevos casos anuales en España, lo que implica un aumento anual de aproximadamente el 2.5%. Este incremento podría estar asociado con el uso creciente de medicamentos y antibióticos que alteran la flora intestinal, así como con la existencia de dietas que incluyen alimentos precocinados, especialmente en áreas urbanas.

Aunque la causa exacta de la Colitis Ulcerosa no se comprende completamente, se sospecha que puede desencadenarse por una respuesta anómala del sistema inmunitario a ciertos antígenos presentes en bacterias y alimentos. Además, se reconoce un fuerte componente genético, ya que se estima que tener un familiar de primer grado con la enfermedad aumenta entre 4 y 20 veces la predisposición a desarrollarla.

La importancia de un diagnóstico temprano

Es crucial identificar tempranamente los síntomas de la Colitis Ulcerosa debido a las posibles complicaciones graves que puede provocar, incluyendo en su forma más severa el cáncer de colon. Esta enfermedad afecta principalmente al intestino grueso, causando lesiones ulcerosas en áreas como el ano, colon y recto. Su curso es impredecible, con períodos de brotes y remisiones que se suceden sin un patrón fijo.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tipo y la ubicación de la Colitis Ulcerosa. Entre ellos se incluyen:

  • dolor abdominal,
  • presencia de sangre y pus en las heces,
  • diarrea,
  • fiebre,
  • sensación de evacuación incompleta del intestino,
  • pérdida de peso,
  • anemia,
  • ruidos intestinales anormales,
  • y otros síntomas como: náuseas, vómitos, inflamación articular y ocular, y úlceras en la piel.

La presencia o ausencia de ciertos síntomas dependerá de la clasificación específica de la Colitis Ulcerosa, que puede afectar diferentes partes del intestino, como la proctitis (zona cercana al ano), la proctosigmoiditis (recto y colon sigmoide), y la colitis izquierda (incluyendo el colon descendente).

¿Cómo se diagnostica la Colitis Ulcerosa?

Para diagnosticar la enfermedad, los médicos se basan en pruebas radiológicas, endoscópicas e histológicas compatibles. Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento se ajusta según la gravedad del caso. En casos leves o moderados, se utilizan medicamentos como corticoides, antibióticos, 5-ASA, inmunosupresores y metotrexate.

Sin embargo, en casos más graves que no responden al tratamiento convencional y que derivan en complicaciones severas como hemorragias incontroladas, perforaciones intestinales y alto riesgo de carcinoma colorrectal, la intervención quirúrgica puede ser necesaria. Esta cirugía generalmente implica la extirpación del colon entero y posiblemente una porción del recto, y puede resultar en la creación de una ileostomía (una abertura en el abdomen para expulsar las heces) o en la conexión del intestino delgado al ano para imitar la función digestiva normal.

Formas de prevenir la Colitis Ulcerosa

Adoptar una dieta equilibrada y reducir el estrés son medidas cruciales para manejar la enfermedad y prevenir su exacerbación. Aunque no existe una manera definitiva de prevenir la Colitis Ulcerosa, llevar un estilo de vida saludable puede ayudar a reducir el riesgo de padecerla y mejorar la calidad de vida de quienes ya la sufren.

Se recomienda consumir alimentos de fácil digestión y alto contenido en fibra, así como evitar o limitar la ingesta de grasas saturadas, carbohidratos refinados, alcohol y alimentos procesados ricos en sal, azúcares o aditivos. Además, la práctica regular de ejercicio contribuye al correcto funcionamiento gastrointestinal y reduce las probabilidades de que la Colitis Ulcerosa se manifieste.

Una dieta adecuada y el control del estrés, claves

En conclusión, la Colitis Ulcerosa es una enfermedad intestinal crónica sin cura definitiva, pero existen tratamientos efectivos que pueden controlar sus síntomas en la mayoría de los casos si se diagnostica adecuadamente y a tiempo. En, aproximadamente, uno de cada cuatro pacientes será necesario recurrir a la cirugía para extirpar la parte más afectada del intestino grueso, lo que mejorará significativamente los síntomas y evitará complicaciones graves. Mantener una dieta adecuada y un estilo de vida sin estrés es fundamental para la prevención y el manejo de esta enfermedad, asegurando así una mejor calidad de vida para los pacientes.

 

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