La escoliosis es una deformidad (desviación lateral) de la columna vertebral que progresa si no se corrige a tiempo. Por lo tanto, es fundamental detectarla precozmente para iniciar un tratamiento temprano y frenar su avance.
Las causas pueden variar: desde afecciones neuromusculares como la parálisis cerebral hasta defectos de nacimiento que afectan la formación de los huesos, cirugías torácicas en los primeros meses de vida, lesiones o infecciones de la columna vertebral, e incluso anomalías en la médula espinal. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la causa sigue siendo desconocida y puede tener un componente hereditario.
Síntomas
Aunque la escoliosis suele ser asintomática al principio, existen signos que pueden hacerte sospechar de su presencia. Algunos de estos signos iniciales incluyen hombros desnivelados, omóplatos prominentes, cintura desigual, curvatura evidente en la columna vertebral, cadera más alta que la otra y pierna más larga que la otra.
Es importante recordar que estos signos pueden variar según la persona y el caso, por lo que detectar y tratar la escoliosis a tiempo puede prevenir complicaciones y secuelas en el futuro.
Formas de detectar la escoliosis
Los exámenes físicos periódicos, especialmente antes de practicar deportes, son fundamentales para detectar la escoliosis de manera temprana. La radiografía es la principal herramienta para confirmar la escoliosis y determinar la gravedad de la curvatura de la columna vertebral.
Aunque los niños parezcan sanos, los controles de salud regulares son esenciales para detectar problemas de columna de manera anticipada. Esto mejora significativamente el tratamiento, el cual involucra a un equipo multidisciplinario de especialistas, incluyendo pediatras, ortopedistas, kinesiólogos, neurólogos y neumólogos.
¿Cuándo se dice que la escoliosis es de inicio temprano?
La escoliosis de inicio temprano, también llamada escoliosis de desarrollo temprano, aparece antes de los 10 años y puede ser causada por anomalías estructurales congénitas de la columna, enfermedades neuromusculares, síndromes o causas desconocidas (idiopática).
- Escoliosis infantil: Se presenta en niños de 3 años o menos.
- Escoliosis juvenil: Afecta a niños de 4 a 10 años.
Para los niños mayores de 11 hasta los 18 años, se conoce como escoliosis adolescente. La escoliosis que se desarrolla durante períodos de rápido crecimiento, como la infancia o adolescencia, tiene una mayor probabilidad de progresar y causar síntomas.
Consecuencias de no tratar la escoliosis
Aunque la mayoría de las personas con escoliosis tiene una forma leve de la condición, si no la tratan pueden surgir complicaciones, entre ellas:
- Dolor de espalda o lumbago que se extiende hacia las piernas.
- Problemas de postura.
- Debilidad o sensación de cansancio en la columna después de estar de pie o sentado durante mucho tiempo.
- Fatiga muscular, debilidad y disminución de la movilidad.
- Problemas respiratorios, ya que en casos graves, la caja torácica puede presionar los pulmones y dificultar la respiración.
- Baja autoestima debido a los cambios visibles en la apariencia del cuerpo a medida que la escoliosis empeora.