Para que un embarazo se desarrolle con normalidad, es esencial que el óvulo fecundado se implante en el útero, donde recibirá los nutrientes y la sangre necesarios para crecer. El endometrio, una capa de mucosa que recubre el útero, proporciona este entorno adecuado para la placenta y el feto.
Sin embargo, en casos excepcionales, el óvulo fecundado no se implanta correctamente en las paredes del endometrio. Esto puede ocurrir en lugares inapropiados, como las trompas de Falopio, los ovarios, el cuello uterino o incluso el abdomen. Cuando esto sucede, se denomina embarazo ectópico.
¿Puede nacer un bebé tras un embarazo ectópico?
Los problemas asociados a un embarazo ectópico pueden ser graves para la madre y el feto. Aunque es poco común que un embarazo ectópico llegue a término y resulte en un bebé sano, no es imposible. Existen casos excepcionales, como el de una niña australiana en 2008.
En España, el embarazo ectópico afecta al 2 % de las gestaciones y es la principal causa de muerte materna durante el primer trimestre. El feto que crece fuera del útero puede comprometer el órgano afectado, lo que puede llevar a hemorragias internas y complicaciones graves.
Causas que pueden provocar un embarazo ectópico
En las últimas décadas, ha habido una disminución en los casos de embarazos ectópicos en todo el mundo. Mientras que en la década de 1970 se consideraba que 1 de cada 200 embarazos era ectópico, a principios del siglo XXI, la estadística se redujo a menos de 1 de cada 150 casos e incluso se acercó a 1 de cada 100 gestaciones.
En cualquier caso, todavía hay factores que influyen en la aparición de embarazos ectópicos, como: el aumento de las técnicas de reproducción asistida, el retraso en la maternidad (más común entre mujeres mayores de 35 años), el uso de anticonceptivos como el DIU, la enfermedad inflamatoria pélvica, la existencia de cirugías abdominales previas, así como el tabaquismo.
¿Cuáles son los síntomas de un embarazo ectópico?
Los síntomas y el diagnóstico del embarazo ectópico son cruciales para identificar y abordar esta complicación de manera temprana. A continuación, te contamos más detalles sobre ambos, así como de sus posibles tratamientos tras su aparición.
Síntomas del embarazo ectópico
- Sangrado vaginal: El sangrado vaginal anormal, acompañado de dolor en la pelvis o el abdomen, puede ser un signo de embarazo ectópico.
- Dolor pélvico o abdominal: Aunque no siempre se presenta sangrado, el dolor pélvico o abdominal inusual puede ser indicativo de esta condición. A menudo, el dolor se localiza en un lado y puede manifestarse como lumbago.
- Dolor en el hombro: El dolor en el extremo de uno de los hombros puede ser causado por la afectación del diafragma. Si una trompa de Falopio se desgarra y sangra, el hematoma puede afectar los nervios del diafragma, provocando este síntoma.
- Debilidad y mareos: La hemorragia interna asociada al embarazo ectópico puede causar debilidad y mareos.
Métodos de diagnóstico
- Análisis de orina: Un análisis de orina puede confirmar el embarazo, pero no distingue entre embarazo normal y ectópico.
- Niveles de gonadotropina coriónica humana (hCG): Se realizan análisis de sangre para medir los niveles de hCG. Niveles bajos pueden indicar un embarazo ectópico.
- Ultrasonidos: Las ecografías permiten visualizar el útero y buscar signos de implantación fuera de su lugar habitual.
- Laparoscopia: En casos menos claros, se utiliza una cámara telescópica para observar el interior de las trompas de Falopio y confirmar el diagnóstico.
Tratamientos y secuelas
- Metotrexato: Para embarazos ectópicos tempranos y de bajo riesgo, se puede administrar metotrexato, un medicamento que ayuda a detener el crecimiento del embrión.
- Cirugía: Si el riesgo es mayor o el embarazo está avanzado, se requiere cirugía. La laparoscopia es menos invasiva, mientras que la laparotomía implica una incisión más grande.
- Posibilidad de futuros embarazos: Después del tratamiento, si los órganos reproductores funcionan normalmente, la mujer puede volver a quedar embarazada. Sin embargo, aproximadamente el 15 % de las mujeres que han tenido un embarazo ectópico pueden experimentar otro en el futuro.
Por lo tanto, es fundamental que las mujeres estén atentas a los síntomas y busquen atención médica si sospechan un embarazo ectópico. La prevención, como evitar el tabaquismo y métodos anticonceptivos que afecten el útero y las trompas de Falopio, también es esencial.