La fractura diafisaria de húmero puede llegar a suponer uno de cada 20 casos de fracturas en adulto, por lo que resulta fundamental conocer y repasar el tratamiento y los cuidados para este tipo de lesión.
Fisiopatología de la fractura diafisaria del húmero
El húmero es uno de los cuatro huesos largos del cuerpo humano y tiene a su alrededor tejidos blandos muy vascularizados. Por la parte proximal se une al omóplato para formar la articulación del hombro, mientras que por la parte distal es uno de los huesos que conforman la articulación del codo. Saber esto es importante durante la inmovilización tras una fractura, ya que tanto el hombro como el codo pueden perder movilidad y funcionalidad si no se manejan adecuadamente.
La fractura de la diáfisis humeral se sitúa entre el cuello quirúrgico del húmero y la región supracondílea. Estas fracturas son generalmente cerradas (95%) y en su mayoría presentan trazos simples (63%). La mayoría de los pacientes (90%) pueden ser tratados de manera conservadora, mientras que el 10% requiere intervención quirúrgica.
Tratamiento conservador de la fractura diafisaria de húmero
La rica vascularización del húmero y el soporte de los músculos y la aponeurosis (la membrana que une el hueso a los músculos) facilitan la consolidación de la fractura. El objetivo del tratamiento es lograr una correcta alineación del hueso y restaurar la función previa a la lesión. La inmovilización suele mantenerse de 6 a 8 semanas, verificando la firmeza del foco de fractura, la ausencia de dolor y la movilidad de las articulaciones adyacentes.
Si la reducción de la fractura se realiza adecuadamente la consolidación será rápida, y en 8 a 10 semanas el foco de fractura está clínicamente firme.
Factores que afectan a la recuperación
El pronóstico de una fractura diafisaria de húmero depende de varios factores:
- Tipo de traumatismo: La naturaleza del impacto puede influir en la gravedad de la fractura.
- Edad del paciente: La recuperación es más lenta en personas mayores de 45 años.
- Condición física del paciente: Un buen estado físico general facilita la recuperación.
- Diagnóstico temprano: Retrasos en el diagnóstico pueden dificultar la recuperación.
- Cooperación del paciente: La comprensión y seguimiento de las indicaciones médicas es crucial.
- Proceso de rehabilitación: Un adecuado programa de fisioterapia es esencial.
- Lesión de otras estructuras: Las lesiones concomitantes pueden complicar el tratamiento.
- Obesidad: Puede dificultar también la recuperación y rehabilitación.
Neuropraxia del nervio radial por fractura de húmero
Una complicación frecuente en las fracturas diafisarias de húmero es la neuropraxia del nervio radial, especialmente en las fracturas del tercio distal de la diáfisis humeral. En estos casos, la reducción manual puede no liberar el compromiso del nervio e incluso agravar el daño.
Cuando la lesión del nervio es causada por armas de fuego o fracturas abiertas graves, suele ser necesaria una exploración y reparación quirúrgica. En otras situaciones, la neuropraxia es leve y tiende a recuperarse espontáneamente.
Cuidados de la fractura de húmero con compromiso radial
Durante el proceso de recuperación, es vital cuidar la función muscular comprometida y la posición de la mano y los dedos, ya que la lesión del nervio radial puede afectar la fuerza de la mano, el movimiento de supinación del brazo y la extensión de los dedos y el pulgar. La mayoría de las lesiones neurológicas (85%) se recuperan espontáneamente en un periodo de 4 a 12 semanas.
Indicaciones quirúrgicas de la fractura diafisaria de húmero
Solo una de cada 10 casos de fracturas diafisarias de húmero requieren intervención quirúrgica. Las principales indicaciones para cirugía incluyen:
- Desviaciones importantes de los fragmentos óseos que no pueden ser reducidas manualmente.
- Ausencia de consolidación clínica o radiológica después de 2 a 3 meses de tratamiento conservador.
- Pacientes politraumatizados que dificultan el tratamiento ortopédico.
- Compromiso del nervio radial sin signos de recuperación después de 2 a 3 meses.
- Fracturas en pacientes con condiciones que impiden la inmovilización adecuada.
- Fracturas en huesos patológicos debido a metástasis, mieloma, quistes, etc.
Conclusión
Las fracturas diafisarias de húmero requieren un manejo cuidadoso y personalizado para asegurar una recuperación eficaz. La mayoría de estas fracturas pueden tratarse de manera conservadora con buenos resultados, pero es esencial tener en cuenta factores como la edad del paciente, el tipo de traumatismo y la condición física general.
Las complicaciones como la neuropraxia del nervio radial deben ser monitoreadas y tratadas adecuadamente para evitar secuelas a largo plazo. La colaboración del paciente y un adecuado programa de rehabilitación son fundamentales para lograr una recuperación completa y funcional.
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