Lesiones de manguito rotador: ¿por qué se producen y cómo se tratan?

Las lesiones del manguito rotador son una causa predominante de dolor en los hombros, y los desgarros dentro de este grupo de músculos y tendones son especialmente comunes, causando la discapacidad en una proporción significativa de adultos. La debilidad resultante en el hombro tras un desgarro contribuye a un aumento del dolor y a dificultades para realizar actividades diarias como peinarse o vestirse.

Por esta razón, es fundamental conocer las causas, los tratamientos y el proceso de rehabilitación para manejar adecuadamente los desgarros del manguito rotador y mejorar la situación de las personas que padecen estos problemas.

Causas del desgarro en el manguito rotador

El hombro tiene una amplia gama de movimientos, lo que también lo hace susceptible a la inestabilidad. Los cuatro músculos que componen el manguito rotador son esenciales para la estabilidad de la articulación, pero pueden desgarrarse, afectando tanto la movilidad como la estabilidad del hombro.

Los desgarros pueden ser incompletos o parciales, cuando el tendón no se rompe completamente, o completos, donde el tendón se separa completamente del hueso.

Principales causas de desgarro en el manguito rotador

Este tipo de lesiones pueden producirse por dos causas diferentes:

  • Lesiones traumáticas: Suelen ocurrir en personas menores de 40 años.
  • Causas degenerativas: El riesgo de desgarros aumenta con la edad.

Posibles factores de riesgo

Entre los procesos que pueden desencadenar un desgarro degenerativo se encuentran:

  • Tensión repetitiva del hombro: Común en deportistas y personas con trabajos que requieren movimientos repetitivos del hombro.
  • Disminución de la irrigación del hombro: Con la edad, la irrigación disminuye, reduciendo la capacidad de reparación del tejido.
  • Espolones óseos: Los espolones en la cara inferior del acromion rozan contra el tendón, debilitándolo hasta desgarrarse.

Tratamiento para el desgarro en el manguito rotador

El tratamiento busca reducir el dolor y restaurar la función del hombro. Las opciones varían según la edad del paciente, nivel de actividad física, estado de salud general y tipo de desgarro. A falta de evidencia concluyente sobre los beneficios de la cirugía temprana, se recomienda un enfoque conservador, que incluye:

  • Inmovilización y reposo durante la fase aguda del dolor.
  • Terapia con frío para minimizar la inflamación.
  • Antiinflamatorios orales.
  • Fisioterapia.
  • Inyecciones de esteroides en algunos casos.

La fisioterapia abarca ejercicios y estiramientos para fortalecer los músculos del hombro no afectados por el desgarro.

Cirugía para reparar el manguito rotador

Si el tratamiento conservador no alivia el dolor, puede ser necesaria la cirugía. Indicaciones para la cirugía incluyen:

  • Pacientes muy activos, como deportistas o trabajadores que usan mucho los brazos.
  • Síntomas persistentes después de 6 a 12 meses.
  • Desgarros mayores a 3 cm causados por traumatismos agudos con buen tejido circundante.
  • Debilidad significativa y pérdida de la función del hombro.

No hay estudios que demuestren diferencias significativas en la recuperación funcional del hombro entre cirugía abierta, miniabierta o artroscópica, aunque se prefiere la artroscopia por requerir menos tiempo de recuperación.

Postoperatorio de la reparación del manguito rotador

El manejo postoperatorio puede incluir analgésicos orales y, en casos de dolor intenso, opioides. Es crucial inmovilizar el hombro durante al menos cuatro a seis semanas para permitir una correcta cicatrización del tendón, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Rehabilitación del hombro

Después del período inicial de inmovilización, se inicia la terapia física con ejercicios pasivos, progresando a ejercicios activos en las semanas siguientes según la evolución del paciente. La mayoría de los pacientes recuperan un rango funcional de movimiento y fuerza adecuada entre cuatro a seis meses después de la cirugía.

Un tratamiento adaptado a las necesidades del paciente

Como ves, con un enfoque integral y adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, es posible reducir el dolor y recuperar la movilidad tras una lesión de manguito rotador, mejorando significativamente la calidad de vida de quienes sufren de esta condición.

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