La sepsis es una respuesta extrema del cuerpo ante una infección. Ocasiona una respuesta anormal en el organismo y suele poner en peligro la vida del paciente. El sistema inmune del paciente actúa de forma desproporcionada o con menor intensidad de lo necesario frente a la infección.
Es una de las patologías más demandadas dentro de la especialidad de Medicina Intensiva.
Los síntomas que presenta el enfermo variarán dependiendo de dónde esté el foco de la infección que origina la sepsis. Los más frecuentes son la fiebre, el aumento del ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria, escalofríos, sarpullidos, confusión y sensación de estar desorientado.
La mortalidad de los pacientes con sepsis es elevada. Administrar medicamentos de acción antimicrobiana suele ser el tratamiento más habitual y, según el tipo de infección, podría precisar un abordaje quirúrgico.