Algunas de las consultas más realizadas por los pacientes dentro de la especialidad de Neurología son las demencias.
Demencia es un término general para un deterioro grave de la capacidad mental que interfiere con la vida cotidiana como la pérdida de memoria.
El Alzheimer es el tipo más común de demencia. La demencia vascular, que ocurre después de un accidente cerebrovascular, es el segundo tipo de demencia más común.
Con frecuencia se hace referencia incorrectamente a la demencia como “senilidad” o “demencia senil”, lo que refleja una creencia extendida pero incorrecta de que el deterioro mental es una consecuencia del envejecimiento. Lo cierto es que la edad avanzada es uno de los factores que incrementa el riesgo de sufrir alguna demencia, pero no es el único. La demencia no es exclusiva de edades avanzadas, ni es inevitable que se desarrolle con la vejez.
Las personas con demencia pueden tener problemas con la memoria a corto plazo, como saber dónde se encuentra la cartera o billetera, pagar las cuentas, planificar y preparar comidas, recordar citas o viajar fuera de su vecindario. Muchas demencias son progresivas, lo que significa que los síntomas comienzan lentamente y empeoran de forma gradual.