Si en un momento dado percibimos que nuestra vista no funciona con normalidad o que vemos cosas fuera de lo normal, como manchas, luces o puntitos, es normal que nos preocupemos y que busquemos una respuesta para lo que nos está sucediendo. Así, hoy vamos a hablarte de las fotopsias y miodesopsias, un par de afecciones de tipo oftalmológico que pueden condicionar nuestra actividad diaria y acabar resultándonos tan molestas como preocupantes.
¿Qué son las fotopsias?
Las fotopsias, también conocidos como fosfenos oculares, son un tipo de alteración visual que se presentan en forma de puntos, centelleos o destellos de luz, aunque no haya estímulos luminosos a nuestro alrededor que puedan provocarlos. De hecho, una de sus características más destacadas es que ni siquiera al cerrar los ojos estas percepciones desaparecen, ya que esos síntomas pueden continuar durante un período de tiempo, como pueden ser minutos o incluso horas.
En su caso, pueden visualizarse de forma intermitente o constante. Y lo habitual es que aparezcan de forma repentina, si bien es más probable que surjan en ambientes con poca luz o en las horas del día en las que anochece.
¿Por qué se producen las fotopsias?
La explicación a este fenómeno está en el humor vítreo, una sustancia que cubre gran parte del interior del globo ocular. Si se mueve, puede ejercer una presión sobre la retina y, por tanto, activar sus fotorreceptores, los cuales pueden acabar provocando esa sensación de que se ven destellos luminosos.
Este problema en el humor vítreo puede deberse a cambios degenerativos, ya que las fotopsias son más habituales en personas mayores de 55 años. Pero este no es el único desencadenante para su aparición, porque también pueden estar causadas por otros trastornos, tanto oftalmológicos (como cataratas, desprendimiento de retina, glaucoma, inflamación del nervio óptico, un golpe en el ojo o incluso un tumor maligno ocular) como de otro tipo (como migrañas con aura o un infarto cerebral). Sin olvidar la ingesta de sustancias, porque medicamentos como el Voriconazol y drogas como el LSD también pueden alterar el correcto funcionamiento de la vista.
¿Cómo se tratan las fotopsias?
Dado que sus desencadenantes pueden ser muy diversos, su tratamiento requiere detectar la causa. Cuando el paciente acude al oftalmólogo, este le somete a una serie de exploraciones para estudiar su estructura ocular y comprobar su funcionamiento. Y, una vez que detecta el origen del problema, determina la forma de abordarlo.
Así, si la causa subyacente está en un trastorno de tipo oftalmológico, el especialista se centrará en tratarlo: por ejemplo, si la causa es un desprendimiento de retina, es posible que lleve a cabo una vitrectomía para eliminar el vítreo de la cavidad ocular, acceder a la retina y proceder a su recolocación. Mientras que si el origen es un problema de catarata, procederá a extraer el cristalino nublado y a sustituirlo por uno transparente artificial.
Y, en otros casos, como las fotopsias provocadas por la ingesta de medicamentos o drogas, se recomendará evitar su consumo para que esta alteración visual desaparezca.
¿Qué son las miodesopsias?
Conocidas también como ‘moscas volantes’, son otro tipo de alteración visual. Quien las padece puede ver en su campo de visión elementos parecidos a nubes, telarañas o puntos, con la particularidad de que estos dan la sensación de moverse con el ojo y se hacen más evidentes cuando se mira una superficie que es clara y brillante. De hecho, si intentamos mirarlas fijamente, parecerá que se alejan.
Al igual que las fotopsias, estas ‘moscas’ pueden permanecer minutos u horas, aunque lo normal es que terminen desapareciendo con el paso del tiempo.
¿Qué causas pueden provocar la aparición de miodesopsias?
Esta alteración se debe a la presencia de partículas en el humor vítreo que, al ser vistas, dan la sensación de ser manchas que se desplazan por todo el campo visual.
Tras las miodesopsias se encuentran causas como:
- Miopía, ya que si el ojo se alarga, el humor vítreo se puede desprender más rápidamente.
- Traumatismo ocular.
- Desprendimiento de retina y desprendimiento posterior del vítreo.
- Inflamación de la parte posterior del ojo, conocida como uveítis.
- Envejecimiento, por la descomposición de las fibras de colágeno en el humor vítreo.
Habitualmente, no constituyen un problema de salud importante, aunque en algunos casos sí pueden presentarse como puntos intensos causados por hemorragias presentes en el humor vítreo, en cuyo caso sí se necesita realizar un estudio exhaustivo para detectar la causa de este sangrado.
Tratamiento de miodesopsias
Al igual que en las fotopsias, para tratar las miodesopsias lo primero es detectar lo que las causa. Un examen del ojo, mediante la dilatación de la pupila o estudio de su fondo, puede ayudar a emitir el diagnóstico y a determinar las pautas a seguir, ya que hay tratamientos como la fotocoagulación láser que sellan el desgarro y evitan que el problema vaya a más, como un desprendimiento de retina. E incluso también hay algunos fármacos que pueden funcionar para reducir el tamaño de estas ‘moscas’, aunque sin una eficacia demostrada desde el punto de vista clínico.
Sin embargo, si las miodesopsias están causadas por la edad y no interfieren con la vida normal del paciente, es posible que no se establezca ningún tratamiento.
¿Cuáles son las diferencias entre las fotopsias y miodesopsias?
Podemos distinguir las fotopsias y miodesopsias según:
- El impacto visual. Las fotopsias se perciben como destellos y puntos de luz, mientras que las miodesopsias son como pequeñas manchas que se mueven con el ojo.
- Su origen: las fotopsias se deben a una estimulación de los fotorreceptores del ojo por la acción de la retina. Y las miodesopsias son causadas por la presencia de pequeñas partículas en el humor vítreo del ojo.
- El tratamiento: al tener orígenes diferentes, el médico enfocará el tratamiento de cada una de forma específica.
En cualquier caso, es importante que el paciente acuda inmediatamente al oftalmólogo si experimenta fotopsias o miodesopsias y estas no desaparecen con el paso de las horas. Y especialmente si estas alteraciones van a más, se pierde parte del campo visual o incluso ambas se presentan al mismo tiempo, porque estos síntomas pueden ser un aviso de un problema mayor, como un desprendimiento posterior del vítreo con tracción vítreo-retiniana. Condición que, si no se trata adecuadamente, puede provocar el desprendimiento de la retina.
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