Algunas de las consultas más realizadas por los pacientes dentro de la especialidad de Traumatología se hacen acerca de la ciática.
La ciática no es una enfermedad en sí misma, sino un término general que se usa para describir el dolor que se presenta. Tiene lugar cuando las raíces nerviosas de la columna lumbosacra (espalda baja) se comprimen, irritan o inflaman debido a una hernia discal u otro estrechamiento del conducto raquídeo (estenosis). La ciática puede estar acompañada por entumecimiento/hormigueo y debilidad muscular.
Es muy raro que se sientan molestias en ambas piernas a la vez; lo más habitual es tener molestias solo o predominantemente en la pierna derecha o en la izquierda. Comienzan en la parte baja de la espalda y/o glúteos siendo mucho más intenso el dolor en la parte posterior de la pierna. La sensación dolorosa y entumecimiento puede extenderse hasta los dedos del pie.
El dolor suele empeorar con el movimiento brusco (levantarse de la cama o de un asiento), posiciones mantenidas (por ejemplo, estar sentado durante un rato) o al realizar un esfuerzo físico tipo carga de peso (coger una bolsa, mover un mueble…)
Las causas más habituales de la ciática están relacionadas con la edad. La lesión -pinzamiento o aplastamiento del nervio ciático- puede producirse por la degeneración de los discos lumbares, la aparición de hernias discales o la llamada ‘estenosis de canal’. Ésta es el estrechamiento del canal vertebral por donde discurren las raíces nerviosas.
Tras una fase aguda en la que el dolor es intenso, la mayoría de las personas mejoran por sí mismas sin requerir tratamiento médico alguno en unos días o con un tratamiento sintomático para calmar el dolor. Básicamente, fármacos analgésicos. El reposo sólo está recomendado en esta primera fase de menos de 3 días de evolución.