Algunas de las consultas más realizadas por los pacientes dentro de la especialidad de Neurocirugía es la cirugía de tumores cerebrales.
Un tumor cerebral es un grupo de células anormales que crece en el cerebro o alrededor de él. Los tumores pueden destruir directamente las células sanas del cerebro. También pueden dañarlas indirectamente por invadir otras partes del cerebro y causar inflamación, edema cerebral y presión dentro del cráneo. La operación de tumor cerebral es aquella cirugía en la que se extrae una parte del cerebro afectada por un tumor.
Los tumores cerebrales pueden ser de dos tipos: primarios o metastásicos. Los tumores cerebrales primarios se originan en el cerebro, y los metastásicos aparecen cuando las células cancerosas de otra parte del cuerpo se diseminan al cerebro. Por esta razón, los tumores cerebrales metastásicos son casi siempre malignos, mientras que los tumores primarios pueden ser benignos o malignos.
La cirugía, también denominada resección quirúrgica, está indicada a menudo para tumores cerebrales primarios. En este procedimiento el cirujano quita todo el tumor o parte de él sin causar daño severo a los tejidos circundantes. La cirugía también se puede hacer para reducir la presión dentro del cráneo (presión intracraneal) y para aliviar los síntomas (tratamiento paliativo) en casos en los que no se pueda sacar el tumor.
La cirugía de tumor benigno de cráneo se suele realizar porque el crecimiento de éste da lugar a una compresión del cerebro. Esto se traduce en una sintomatología neurológica, o hipertensión intracraneal, produciendo un daño en el cerebro.
En los casos de tumores malignos a estas causas antes mencionadas se une la malignidad del tumor, que puede diseminarse hacia otras zonas o ser localmente agresivo.
Las posibilidades de superar un tumor cerebral dependen en gran medida de la extensión del mismo, del lugar donde este se encuentre y del tipo de tumor que sea.