¿Cuáles son los tipos de demencia vascular?

Cuando se habla de demencia, lo habitual es pensar en una enfermedad como el Alzheimer. Sin embargo, la pérdida de funciones cerebrales básicas como el pensamiento, la memoria, el lenguaje, el juicio o la conducta también puede deberse a una serie de pequeños accidentes vasculares que tienen lugar en el cerebro y que se producen con el paso en el tiempo.

Es lo que tradicionalmente se conoce como demencia vascular o trastorno cognitivo mayor, un problema que se estima que es precisamente el segundo máximo responsable de los diagnósticos de demencia entre las personas de 65 años. Por eso, queremos hablarte de él y detallarte cuáles son los tipos de demencia vascular más habituales.

¿Qué es la demencia vascular?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, al pensamiento y a la capacidad de las personas para realizar actividades cotidianas. Además, destaca que es una enfermedad que empeora con el tiempo y que no afecta a todas las personas según envejecen, sino que el riesgo de padecerla depende de ciertos factores, como una edad elevada (más de 65 años), hipertensión arterial, diabetes, exceso de peso u obesidad, tabaquismo, sedentarismo, aislamiento social y depresión.

Por lo tanto, la demencia vascular es una enfermedad que se asocia a pequeños accidentes vasculares que causan un daño cerebral. Esto sucede así porque, cuando se produce un bloqueo del riego sanguíneo en cualquier parte de este órgano, sus células pueden morir y producirse un daño permanente. Con la particularidad de que, si estos accidentes afectan a una zona muy pequeña (son silenciosos), inicialmente puede que no produzcan ningún síntoma.

Pero, si los pequeños accidentes cerebrovasculares se repiten en diferentes áreas del cerebro, poco a poco pueden aparecer los síntomas de la demencia. O, incluso en el caso de aquellos percances más importantes con una amplia afectación, como la fuerza, la sensibilidad o el sistema nervioso, también pueden detectarse síntomas asociados a la demencia.

¿Qué tipos de demencia vascular hay?

Tal y como destaca el ‘Manual MSD’, hay cuatro tipos de demencia vascular principales:

  • El deterioro y demencia cognitivo vascular isquémica subcortical: se produce un daño tisular en el área del cerebro que está bajo la corteza. Normalmente, se ven afectados los vasos sanguíneos más pequeños. Además, esta se subdivide a su vez en dos tipos:
    • Infarto lacunar múltiple: las obstrucciones tienen lugar en varios vasos sanguíneos que son de pequeño tamaño y que se localizan en las profundidades del encéfalo.
    • Demencia de Binswanger: suele ocurrir en personas con una hipertensión grave y mal controlada, ya que las obstrucciones de los vasos sanguíneos son generalizadas en la sustancia blanca (es decir, en los tejidos más profundos del cerebro).
  • Demencia por multiinfartos: se produce por varios accidentes cerebrovasculares y generalmente se ven afectados los vasos sanguíneos de tamaño medio.
  • Demencia posterior al accidente cerebrovascular: el deterioro cognitivo comienza inmediatamente después o dentro de los 6 meses posteriores a un accidente cerebrovascular.
  • Demencia mixta: la demencia vascular aparece junto con otra demencia, que puede ser la enfermedad de Alzheimer o la demencia con cuerpos de Lewy.

Y, junto con estos cuatro tipos de demencia vascular, también se pueden encontrar otras demencias relacionadas, como la causada por la destrucción de una zona única de tejido cerebral en un área crucial (infarto estratégico), por una angiopatía amiloide cerebral (ACC) originada por la acumulación de una proteína anormal en los vasos sanguíneos, o por una demencia vascular de tipo hereditario a raíz de mutaciones en ciertos genes.

La demencia vascular y sus síntomas

¿Cuáles son los síntomas de los diferentes tipos de demencia vascular?

Cada cerebro y, por tanto, cada persona es un mundo. Por lo tanto, no todos quienes han sufrido un accidente cerebrovascular desarrollan este tipo de demencia o presentan síntomas, si bien el riesgo de padecerla depende del tamaño y la cantidad de estos accidentes, así como de las zonas del cerebro que se vean afectadas.

De hecho, los síntomas pueden ser muy diversos, de aparición repentina y lenta progresión. Entre ellos:

  • Problemas de memoria, como olvidar sucesos actuales o pasados, perderse en rutas habituales o extraviar objetos.
  • Presentar dificultades en el lenguaje, como no encontrar la palabra correcta.
  • Experimentar cambios en los patrones de sueño.
  • Tener dificultades para leer o escribir.
  • Mostrar problemas para aprender o seguir instrucciones dadas.
  • Presentar cambios en la personalidad, la conducta o el estado del ánimo, con tendencia a la depresión o la irascibilidad.
  • Aparición de alucinaciones o delirios.
  • Desatención o pérdida de interés por cosas o personas.

Diagnóstico de la demencia vascular

Ante la aparición de alguno de los mencionados síntomas, los médicos pueden someter al paciente a diferentes pruebas para determinar la existencia de una demencia vascular. Estas, junto con la información que proporcione el paciente, sus antecedentes y la existencia o no de trastornos previos (del corazón o de vasos sanguíneos) ayudarán a determinar la causa del problema.

Las pruebas incluyen:

  • análisis clínicos para determinar la presión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre;
  • examen neurológico para conocer aspectos como los reflejos, tono y fuerza muscular, sentido del tacto y de la vista, coordinación y equilibrio;
  • obtención de imágenes del cerebro (resonancia magnética o tomografía computerizada) para encontrar anomalías visibles;
  • y pruebas neuropsicológicas para detectar resultados característicos del tipo de demencia.

Tratamiento de los tipos de demencia vascular

Es importante destacar que no es posible reparar el daño causado por estos accidentes vasculares pequeños que afectan al cerebro, por lo que el objetivo es lograr el control de los síntomas y prevenir frente a los factores de riesgo. Es por esto por lo que se recomienda que seguir una dieta saludable y baja en grasas, evitar el consumo de alcohol, mantener la presión arterial en niveles adecuados, controlar el colesterol LDL, no fumar y, en algunos casos, tomar anticoagulantes.

Por lo demás, los diferentes estudios realizados con sustancias como flunarizina y pentoxifilina no han demostrado su eficiencia farmacológica en los casos de demencia vascular. Pero dos estudios realizados, uno con galantamina y otro con donepezilo, sí han evidenciado cierta eficacia (con resultados estadísticamente significativos); mientras que la memantina también podría ser útil, aunque todavía no se ha aprobado su uso en pacientes.

 

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