Unas de las patologías más consultadas por los pacientes dentro de la especialidad de Medicina Interna es la diabetes.
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia), ya que no se distribuye de la forma adecuada.
Tipos de diabetes:
- Diabetes tipo 1: Aparece generalmente en niños, aunque también puede iniciarse en adolescentes y adultos. Suele presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.
- Diabetes tipo 2: Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad avanzada y es unas diez veces más frecuente que la de tipo 1. En ella se produce una disminución de la acción de la insulina, de forma que, aunque haya mucha, no puede actuar.
- Diabetes gestacional: Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este incremento no se produce, lo que puede originar una diabetes gestacional. Suele desaparecer tras el parto.
En la actualidad no es posible prevenir la diabetes tipo 1, a pesar de los múltiples intentos que se han hecho.
La diabetes tipo 2, que es la más frecuente, sí se puede prevenir, puesto que la causa más importante es la obesidad.
El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. La insulina es el único tratamiento para la diabetes tipo 1 y hoy en día solo puede administrarse inyectada. La diabetes tipo 2, sin embargo, tiene un abanico terapéutico más amplio. Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo peso, los niveles de glucosa pueden normalizarse.