Algunas de las consultas más realizadas por los pacientes dentro de la especialidad de Oftalmología versa sobre los orzuelos.
El orzuelo es una tumoración infecciosa circunscrita, aguda y dolorosa de los párpados.
Existen dos tipos, los orzuelos internos y externos.
- Por un lado, los que afectan a las glándulas sebáceas de las pestañas (externos).
- Por otro lado, los que afectan a las glándulas de meibomio, que son las que se encuentran detrás de las pestañas, se denominan internos. Éstos en algunos casos en se pueden llegar a enquistar hay que intervenir quirúrgicamente.
Los orzuelos surgen cuando se inflaman las glándulas sebáceas que se ubican en las pestañas o párpados, cuya función es la de lubricar y proteger la piel.
La grasa que sale por los orificios de la piel se solidifica originando un tapón que impide que el resto de grasa salga formando por tanto un quiste o un orzuelo.
Las causas más habituales para que esto se produzca es por la proliferación de un tipo de bacterias llamadas Staphylococcus aureus (estafilococo). Por eso, el primer paso para prevenir la aparición de los orzuelos es mantener una buena higiene y evitar tocarse los ojos con las manos sucias.
El tratamiento se reduce a aplicar masajes con calor local seco. Es importante no tratar de extirpar el orzuelo ni ninguna otra protuberancia del ojo ya que puede generar más complicaciones. Se debe dejar que la infección se reduzca por sí sola y, sobre todo, no emplear lentes de contacto ni aplicar maquillaje en ese ojo hasta que se haya curado. Por otro lado, si además hay infección activa, el médico puede prescribir la aplicación de una pomada oftálmica de antibiótico.