Una de las dudas más consultadas por los pacientes dentro de la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora versa sobre la liposucción.
La liposucción o lipoescultura es una intervención quirúrgica mediante la que se extrae grasa acumulada en diferentes zonas del cuerpo: papada, brazos, mamas, abdomen, nalgas, caderas, muslos, rodillas o tobillos.
La intervención de liposucción se realiza bajo anestesia local, epidural o general, según los casos. Consiste en la introducción en el tejido adiposo de una cánula conectada a una máquina de vacío que aspira la grasa de la zona tratada. Puede durar entre una y dos horas y en ella se pierde mucho líquido, lo que hace necesaria su reposición mediante fluidos por vía intravenosa.
La liposucción no es un tratamiento dedicado a la pérdida de peso, sino que está dirigido a personas con un peso normal relativo a su constitución.
El postoperatorio de la liposucción es bastante sencillo. En primer lugar, será necesario que el paciente lleve una faja de presoterapia durante al menos un mes. Además, se recomienda que no haga esfuerzos durante las dos primeras semanas.