El melasma, también denominado cloasma o máscara del embarazo, es una patología cutánea que consiste en la aparición de manchas oscuras localizadas normalmente en áreas de la piel expuestas al sol, como la cara.
La causa es desconocida, pero existen múltiples factores que pueden estar implicados en su desarrollo. Algunos de ellos son la predisposición genética, la exposición a la luz ultravioleta y solar, los factores hormonales, o algunos fármacos.
El melasma puede desaparecer durante el invierno y reaparecer en verano después de una exposición solar. En algunos casos su inicio coincide con el inicio de un tratamiento anticonceptivo o durante el embarazo.
Hay varios tipos de melasma, pero el más frecuente es el centrofacial (frente, nariz, mentón, zona supralabial y la parte central de las mejillas). Otros tipos son los malares (mejillas y nariz) y los mandibulares (área mandibular).
El tratamiento del melasma suele basarse siempre en la protección solar. Además, los dermatólogos suelen recetar cremas para aclarar la piel que contienen hidroquinona para evitar que las células de la piel produzcan melanina. También hay procedimientos quirúrgicos y terapias con láser. Cada tipo de procedimiento tiene riesgos asociados y podría empeorar la afección, por lo que debe ser realizado siempre por un especialista.