Llamamos cervicalgia al dolor de cuello que se siente en la zona comprendida entre la línea nucal superior y la primera vértebra dorsal y que a veces se irradia a la cabeza y la espalda. Es una patología muy común dentro de la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación.
Desde el punto de vista mecánico, la columna cervical soporta el peso de la cabeza. Cuando la cabeza no está bien posicionada y los músculos posteriores cervicales no están bien fortalecidos se crean una tensión mecánica y una compresión inadecuada de las estructuras cervicales –discos y articulaciones que hay entre las vértebras – que acaban produciendo sintomatología cervical como dolor o contracturas. Esta causa postural es la más frecuente en las cervicalgias.
A veces se trata de un dolor localizado en el cuello mismo y otras es un dolor que se extiende a los brazos, a la cabeza o a la espalda. Se puede sentir hormigueo y adormecimiento en los dedos de la mano, dolor en la nuca o notar mareo y náuseas.
En la mayoría de las ocasiones no es grave y suele ser el resultado de una sobrecarga o un sobreesfuerzo de los músculos del cuello, o de una lesión neuromuscular traumática, como el ‘latigazo cervical’.
Los tratamientos más habituales para la cervicalgia se basan en el uso de analgésicos de venta libre, usar hielo durante las primeras 48 a 72 horas y después calor.