El esguince de tobillo se produce al forzar el tobillo fuera de su posición normal, lo que hace que uno o varios de los ligamentos del tobillo se estiren o se desgarren en forma total o parcial. Ésta es una de las patologías más usuales dentro de la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación.
El tipo de esguince de tobillo más frecuente es cuando el tobillo se tuerce de tal forma que la planta del pie apunta hacia dentro. Los esguinces de tobillo son muy frecuentes, representando el 25% de todas las lesiones relacionadas con el deporte, aunque también pueden producirse fuera de ese ámbito, simplemente con una mala pisada.
Con reposo y el tratamiento adecuado, la mayoría de los esguinces de tobillo se curan en un plazo de 4 a 6 semanas. Pero hay otros que pueden tardar más tiempo en curarse.
Los signos de un esguince de tobillo dependen de lo grave que sea. Entre sus síntomas más frecuentes, se incluye el dolor, la inflamación, la dificultad para cargar peso en el pie afectado o andar y la aparición de hematoma.
Para prevenir un esguince de tobillo o evitar que se repita es importante realizar un precalentamiento antes de hacer ejercicio o practicar deporte, tener cuidado al caminar, correr o trabajar sobre una superficie irregular, usar un calzado adecuado para cada actividad y miniminar el uso de zapatos de tacón alto.