Algunas de las consultas más realizadas por los pacientes dentro de la especialidad de Pediatría se hacen acerca de los exantemas.
Un exantema es una erupción cutánea de forma, extensión y distribución variables. Aparece en el contexto clínico de enfermedades de causas diversas.
Los exantemas son muy comunes en la niñez, más que en otras épocas de la vida. Su causa es infecciosa la mayoría de las veces. Los agentes infecciosos más frecuentes son los virus. También aparecen en enfermedades sistémicas (generales) o en relación con fármacos.
La mayoría de las erupciones en la niñez son benignas y suelen desaparecer por sí solas.
Una clasificación de los exantemas puede ser:
- Máculo-papulosas: Son las más frecuentes. Entre los morbiliformes está el sarampión; entre los escarlatiniformes, la escarlatina. Dentro de esta clasificación, los exantemas pueden ser reticulares, en el caso del eritema infeccioso o urticariales, como el coxakie 9.
- Vesiculosas: tienen una vesícula o ampolla llena de líquido. Un ejemplo es la varicela.
- Purpúricas: presentan petequias, equimosis e incluso hematomas. Por ejemplo, el edema agudo hemorrágico del lactante.
En las últimas décadas ha habido un cambio en la incidencia de las enfermedades exantemáticas, especialmente en las de origen vírico. Coincidiendo con el aumento en las coberturas vacunales se ha observado una disminución sustancial de aquellos que disponen de vacuna efectiva y sistemática como el sarampión o la rubéola. No ha sido así en el caso de la varicela, que aún disponiendo de vacuna, esta es sistemática hace menos tiempo y a diferentes edades, según la comunidad autónoma.
En la mayoría el tratamiento será sintomático (anti-histamínicos clásicos orales para el prurito, e hidratación).