El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos psiquiátricos más frecuentes entre niños en edad escolar y adolescentes, ya que varios de los síntomas de falta de atención o impulsividad se presentan antes de los 12 años de edad.
El comportamiento hiperactivo suele referirse a una combinación de problemas como la tendencia a distraerse fácilmente, impulsividad, incapacidad para concentrarse y agresividad que interfieren en el funcionamiento y el desarrollo de las personas en su entorno social, escolar y laboral.
La causa exacta de este trastorno no está clara, pero hay varios factores que pueden estar involucrados. Algunos son la genética, el entorno o los problemas en el desarrollo del sistema nervioso central.
A menudo el TDAH dura hasta que la persona se hace adulta, aunque sus síntomas en adultos pueden no ser tan claros como en niños. En los adultos, la hiperactividad puede disminuir, pero los problemas con la impulsividad, la inquietud y la dificultad para prestar atención pueden continuar.
Para la mayoría de los niños con TDAH, los tratamientos se basan en la toma de medicamentos con estimulantes, que son una forma segura y eficaz de aliviar los síntomas de esta patología. Los estimulantes pueden usarse solos o combinados con una terapia de conducta.