La esteatosis hepática o enfermedad del hígado graso es una acumulación de grasa en el hígado. Se debe a un aumento de los lípidos en las células hepáticas y puede ser fuente de complicaciones en caso de obesidad, de intoxicación alcohólica o de trastornos hepáticos (como la diabetes de tipo 2).
El número de casos va en aumento, favorecido por la problemática generada por la obesidad y el sobrepeso en las sociedades occidentales.
Un hígado sano debe contener poca o ninguna cantidad de grasa y para la mayoría de la gente, llevar una pequeña cantidad de grasa en el hígado no causa grandes problemas. Pero tener altos niveles de grasa en el hígado se asocia con un mayor riesgo de problemas como la diabetes, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
El hígado graso es reversible en una etapa temprana, pero en ocasiones progresa hasta convertirse en enfermedad hepática avanzada.
Existen varios signos y síntomas de hígado graso como la fatiga y debilidad, un dolor leve o sensación de llenura en el área abdominal y niveles elevados de enzimas hepáticas, insulina o triglicéridos.
Perder peso, incluir ciertos alimentos en la dieta, y dejar de consumir azúcar y carbohidratos puede ayudar a reducir la grasa en el hígado. La actividad física también puede ser una manera efectiva para disminuir la grasa en el hígado.